

Esta película catalana acaba de recibir muy merecidamente el premio especial del jurado en el festival de cine de San Sebastián. Aún así como es normal la película apenas se a distribuido en Madrid, solo se encuentra en cartel en el cine Renoir de Plaza de España(una lastima).
La película dirigida entre Jordi Cadena y Judith Colell, adapta el relato de “Elisa Kiseljak” de Lolita Bosch. Aquí se retrata la historia de Elisa, una niña que es violada por un amigo de su padre mientras este dormía. Elisa borra de su memoria ese recuerdo pero dentro de unos años cuando este en la universidad recordara ese suceso y explotara de rabia al no haber podido expresar sus emociones hasta ese momento.
La primera parte rodada en blanco y negro, nos muestra la infancia de Elisa contada por una voz en off que nos adelanta a los acontecimientos, como cuando la voz dice: `El padre de Elisa se duerme en el sofá, unos minutos más tarde la Elisa será violada. En esta primera parte vemos una puesta en escena más clásica, más contenida por lo que observamos la situación con cierta distancia al fin y al cabo así es como se encuentra Elisa en estos momentos no sabe que pensar, es una niña y ha borrado de su memoria lo sucedido.
En la segunda parte rodada en color Elisa ya ha crecido y vemos que lleva una vida normal, pero sabemos que aunque no recuerde lo sucedido algo nos dice que no lleva una vida tranquila. Hasta que un día en su casa bebiendo una taza de café estalla de rabia al recordarlo todo. En la escena final Elisa le cuenta a su padre lo sucedido y contemplamos su conversación a través de el ventanal de la cafetería viendo el reflejo de los coches pasar. Mientras Elisa ve como su padre llora al enterarse del suceso recuerda una charla que les dio su profesor del colegio y le pregunta si alguna vez piensa en hombres valientes como Martin Luther King, al oír esto el padre llora recordando que el no fue valiente al no haber evitado lo sucedido.
Si que debo reprocharle a la película, el que Elisa recuerde lo sucedido sin ningún detonante previo que justifique la explosión emocional.