
Desde el cine de gánsteres representado por Uno de los nuestros y Casino, hasta el elegante retrato de la alta sociedad americana a mediados del siglo XIX en La edad de la inocencia, Scorssese ha demostrado durante más de cuarenta años de carrera cinematográfica moverse con fluidez y soltura por todos los géneros del séptimo arte.
Martin Scorssese nace en el Little Italy de 1942, este ambiente de barrio neoyorkino ayudo a forjar el carácter del futuro director de Malas calles. Entra en la Universidad de Nueva York para estudiar cine donde se convierte en uno de los alumnos mas notables de su promoción. En 1967 realiza la película de bajo presupuesto ¿Quién llama a mi puerta? Con esta cinta descubre al que será su alter ego en varias de sus películas, Harvey Keitel. En Malas calles su primera película digna de mención Scorssese realiza un retrato de los conflictivos barrios neoyorkinos donde se crio, Harvey Keitel interpreta la visión de Scorssese, la de un joven temeroso de Dios que trata de separarse de la violencia y encontrar el camino a la redención para su primo Charlie (jovencísimo Robert De Niro) joven conflictivo y problemático. Pero no es hasta 1977 con Taxi Driver cuando Scorssese se confirma como gran director obteniendo en Cannes la Palma de Oro a la mejor película y una nominación al Oscar para su futuro actor fetiche (Robert De Niro).
Con Toro Salvaje (1981) refleja con maestría y elegancia el ascenso y caída de Jake La Motta (soberbio Robert De Niro) boxeador violento que maltrata a su mujer. Con Toro Salvaje Robert De Niro obtendría su segundo Oscar tras El Padrino y Scorssese su primera nominación como mejor director.
A Toro Salvaje le seguirán los fracasos de las penosas New York, New York y La última tentación de Cristo, pero pronto volvería a triunfar con la genial comedia neoyorkina ¡Jo, qué noche! Siendo esta un éxito de taquilla que obtuvo en Cannes el premio al mejor director. En 1989 realizaría uno de los extractos de la película coral historias de Nueva York junto a Woody Allen y Francis Ford Coppola. En este año también realizaría el remake del clásico El cabo del terror, solo que esta vez seria bautizada como El cabo del miedo, de esta cinta destacaría la capacidad de Scorssese para dar personalidad a un remake y la inquietante interpretación de Bob De Niro.
En 1990 realiza la que será para muchos una de sus grandes películas, Uno de los nuestros, donde renueva y perfecciona el género de gánsteres hasta cotas inimaginables, para después continuar con la estéticamente extravagante Casino contando la historia real de Sam Rosstein (Robert De Niro) director de un Casino en Las Vegas.
En sus últimos años Scorssese ha demostrado su capacidad de crear excelente cine comercial de la mano de su nuevo actor fetiche (el brillante Leonardo Di Caprio), con películas como Gangs of New York, El aviador, Shutter Island, aunque también cometió un error con la mediocre y repetitiva Infiltrados.
Es indiscutible que junto con Woody Allen Martin Scorssese es el director neoyorkino más conocido, pero también es el más copiado por otros tanto por su fluidez en el movimiento de la cámara que alcanza su perfección en La edad de la inocencia, como por su estilo en la de presentación de personajes en el cine de gánsteres copiado por directores como Tarantino o los Coen.
También destacar su labor como director de publicidad y documentales musicales (Bob Dylan, The Rolling Stones) son algunos artinas admirados por Scorssese a los que a querido rendir homenaje en sus documentales. Su faceta como cinéfilo apasionado no es menos conocida, documentales como El cine italiano según Scorssese o Un paseo por el cine americano demuestran el afán de Scorssese por preservar el séptimo arte.