Road to Perdition

Road to Perdition

domingo, 25 de diciembre de 2011

El topo, un James Bond basado en sutilezas

Creo que la mejor manera de definir El topo es como una historia de sutilezas, de detalles y miradas. Este es el espíritu que se vivía en la Guerra Fría, el desconocimiento absoluto de los amigos y enemigos, el constante temor a las represalias del bando contrario, un clima de tensión cargado de una poderosa atmosfera claustrofóbica que puede explotar en cualquier momento.

En su debut hollywoodiense Tomas Alfredson (Déjame entrar) narra la historia de la novela de espionaje escrita por Le Carré ambientada en la cúpula central del MI6 (Circus) donde los soviéticos han infiltrado un topo. El encargado de encontrar a el topo infiltrado por Moscú será George Smiley (Gary Oldman) un ex espía retirado, cansado de la vida, asocial y con una mujer infiel. Sin embargo este en apariencia cansado anciano es un brillante genio conocedor de los secretos del hombre.

Ni a Alfredson ni a Le Carré les interesa en exceso la identidad del topo, para ellos es una historia de espías en el sentido mas clásico que narra la lucha de dos mentes privilegiadas del espionaje, uno en Londres (Smiley) y el otro en Moscú (el enigmático Karla, al servicio del KGB). Acertadamente nunca vemos a Karla, lo cual permite que el espectador pueda crearse una imagen propia del carismático archienemigo de Smiley. Gary Oldman consiguió el suculento papel del agente Smiley contra todo pronostico, ya que el actor británico siempre se ha caracterizado por sus papeles histriónicos (El Quinto Elemento, Drácula, etc…). En contraposición el personaje de Smiley es un papel calmado, sutil, que no necesita de largos textos para mostrar su personalidad, es ante todo un personaje hipnotizante que solo requiere una mirada para decirlo todo, y al mismo tiempo te preguntas que estará pensando.

Lo mas destacable de El topo, además de un reparto estelar de secundarios que acompañan a Gary Oldman (Colin Firth, John Hurt, Toby Jones…), es su poderosa y opresiva atmosfera cargada de tensión y amargura, transmitiéndonos en espacios cerrados y grises cubículos de oficina del MI6 la claustrofóbica sensación de que no podemos confiar en nadie.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Un Dios Salvaje

En Un Dios Salvaje Polanski realiza con gran precisión el retrato de la sociedad occidental de nuestro tiempo. Este tema tan universal, es reflejado con el menor número de elementos posibles: un apartamento neoyorkino y dos matrimonios que, aunque quieran, no pueden abandonar la casa ya que en ella dejan sus principios y sus formas de ver el mundo. Con esta premisa tan buñueliana, Polanski nos cuenta la historia de dos matrimonios cuyos hijos se han peleado en una riña de colegio.

Para los padres del agresor (Kate Winslet y Christopher Waltz) esta acción será un asunto superficial, cotidiano y sin importancia. Para los de la victima (Jodie Foster y John C. Reilly) se convertirá en un asunto capital donde se deben mostrar los valores morales y éticos del ser humano. Esta historia es contada con un estilo magistral. Vamos contemplando como las buenas formas adultas de ambas partes, sus intenciones conciliadoras y su educación van desapareciendo y convirtiéndose en la repugnancia, el odio y el descontrol. Se ve progresivamente como en este espacio tan claustrofóbico el ser humano olvida todo sus valores éticos y cae en su naturaleza animal.

Si bien ésta es una película predominantemente de actores, en la que ellos deben llevar el peso y la carga de la película, para que el espectador pueda entender y juzgar la historia, el trabajo de Polanski no debe ser menos preciado, ya que con su sencilla puesta en escena y elegante trabajo de cámara es capaz de recrear en unos metros cuadrados esta brillante comedia negra en la que se muestran los valores occidentales, sin que en ningún moment nos llegue a parecer teatral.

sábado, 12 de noviembre de 2011

EVA, un debut envidiable

El futuro gris, descompuesto, sin esperanzas de una vida mejor ha sido reflejado en multitud de ocasiones por la maquinaria hollywoodiense. Siendo de esta cantera, The Road, una de las películas futuristas más escalofriantes pero esperanzadoras que recuerdo. Esa joya que me cuesta (tanto) volver a ver, por puro pánico.

No es este mundo desesperanzado el que nos cuenta Kike Maíllo en su debut. En un tono casi cotidiano, nos narra la historia de Alex (Daniel Burhl) un ingeniero que vuelve a su ciudad natal tras diez años en el extranjero. Quiere diseñar un niño robot para su universidad. Como modelo toma a Eva, una niña con la que empezara un viaje difícil de abandonar.

Alejándose de los apocalípticos convencionalismos americanos, nos encontramos con un pequeño tesoro muy distinta EVA. Ambientada en un futuro no muy lejano, el 2041, en el que el tradicionalismo de las acogedoras casas de madera en pleno campo nevado, se mezclan con el uso de robots domésticos e instrumentos de alta tecnología, con un diseño retro que nos recuerda a los setenta, así como en cuanto a formas y estilo visual se refiere. Un futuro que salvo en ligeros matices, no nos mantiene muy alejado del actual, aunque si es más optimista y tranquilo.

EVA no solo nos descubre a un reparto bien posicionado (Daniel Bruhl, Marta Etura, Lluís Homar y la niña, Claudia Vega) sino que también nos conduce a un viaje emocional que bascula entre los efectos especiales (increíblemente realizados por Lluís Castels) y el viaje emocional de los protagonista; que realizan una interpretación de los personajes solvente en algunos casos y genial en otros, Por sus elementos futuristas y (algunos) aspectos de la trama podríamos pensar en A.I. (Steven Spielberg, 2001), pero lo cierto es, que los elementos futuristas y robóticos son solamente, un añadido más más, ya, que lo realmente trascendente, son los personajes y las relaciones entre ellos. A diferencia de A.I. el punto de vista (de EV) no es el de la máquina, sino el de su creador, y cómo afronta esta relación (he aquí la magia de esta genial opera prima). Como cita una frase de la película: “No importa si los robots sienten o no, lo importante es lo que te hagan sentir”.

domingo, 30 de octubre de 2011

Mientras duermes

El hogar, ese lugar sagrado en el que nadie puede entrar, tu santuario, donde ningún mal puede sucederte. Este es el terreno perfecto para desatar tus propios terrores, si alguien puede entrar en tu santuario, ya nunca tendrás la certeza de estar a salvo.
Este marco ha sido utilizado infinidad de veces como elemento de tensión, por la nueva ola de directores de genero españoles, por ejemplo en la reciente Secuestrados (Miguel Ángel Vivas, 2010), de una excelente factura digna de admiración, o El habitante incierto, opera prima de Guillem Morales, de un estilo e imaginario visual únicos.
En Mientras Duermes nos encontramos con un peso pesado del genero como es Jaume Balaguero (coautor de las bien diseñadas Rec y Rec 2 junto con Paco Plaza). Distanciándose del efectismo y los golpes de efecto que caracterizaban a sus anteriores películas, Balaguero realiza un ejercicio de terror psicológico cercano al Polanski mas puro y admirable (El quimérico inquilino).
Luis Tosar da vida con su imponente presencia a Cesar, el portero de la comunidad, el cual debido a su imposibilidad para ser feliz, solo busca la infelicidad de los demás. Balaguero crea con su cámara un ambiente que no debe su atmósfera terrorífica a crujidos de madera, ni pomos de puertas que se abren lentamente, sino a la psicología del personaje. Este es además un reto difícil, ya que la historia esta narrada desde la perspectiva de Cesar y al vivir la historia desde su punto de vista no puedes evitar querer que todo le salga bien a este desalmado psicópata, por el que en ocasiones llegas a sentir una terrible lastima. Como decía Hitchcock en relación a su obra cumbre del terror (psicosis), el público siempre quiere que las cosas salgan bien aunque estas acciones las realice un personaje sin moral ni empatía.
Al igual que por el atormentado Mala Madre (Celda 211) Luis Tosar será recordado por este personaje servicial, cabizbajo, que oculta su odio y repugnancia a los que le rodean con una falsa sonrisa, mientras él sin escrúpulos y con un manojo de llaves en las manos, te vigila mientras duermes.

martes, 6 de septiembre de 2011

Following

La ruptura temporal de Memento, el caso del falso culpable en El truco final o las trepidantes escenas de acción creadas gracias un habilidoso montaje y a un inteligente uso de la música para subrayar cada plano en El Caballero Oscuro y Origen, todos estos sellos de autor tienen a su predecesor en Following. Con un mínimo presupuesto y un guión que acrecienta la tensión con cada paso que da el protagonista, Christopher Nolan realiza un ensayo de lo que será su futura estética tanto visual como narrativa.

Bill es un escritor falto de inspiración que para encontrar ideas decide comenzar a seguir a desconocidos por la calle, sin embargo un día comienza a seguir a Cobb un ladrón de casas, con el cual iniciara una extraña amistad que cambiara su vida para siempre.

Se dice que para un director novel es bueno contar con la baza de la sencillez, Nolan cuenta una historia de una gran complejidad argumental, pero su estilo visual a la hora de narrar la historia hace que no echemos de menos una mayor cantidad de medios. Una estética limpia, con la que crea un cuento misterioso sobre la obsesión narrada desde tres hilos temporales distintos. Destaca el recuerdo de El beso del asesino (opera prima de Stanley Kubrick) de características similares a este fascinante ejercicio que dio a conocer al futuro creador de una obra maestra como El Caballero Oscuro.

La piel que habito

La más que publicitada nueva película de Pedro Almodóvar, anunciada como un salto mortal en su carrera, una apuesta ambiciosa y milimetrada para lograr la Palma de Oro en Cannes (la cual no consiguió a favor de la nueva obra del mítico Terrence Malick) no es más que una obra que escupe pedantería y pretenciosidad como ya hiciera con Todo sobre mi madre.

La historia narra la historia de un cirujano llamado Robert Legard (Antonio Banderas) que trata obsesivamente de reconstruir con técnicas de transgénesis a su mujer muerta en un incendio, para ello mantiene prisionera a una joven (Elena Anaya) que es la viva imagen de su esposa fallecida. Con esta historia Almodóvar pretende crear ecos del monstruo de Franskenstein e incluso en algunos puntos de la película algo parecido al terror gótico de Fritz Lang, digo en algunos puntos porque para lo que él es una extraña mezcla entre drama y terror vanguardista, para otros es una confusión de emociones falsas, que no generan ningún sentimiento de los que el director manchego pretende crear con su cámara.

La falsedad es el principal elemento que impregna la cinta, no es ni el supuesto drama, romance, obsesión y terror de un hombre torturado por la pérdida de su mujer estos sentimientos se pueden percibir vagamente como la supuesta intención de su autor, pero por encima de todos ellos está la falsedad y poca credibilidad de su personaje principal. Aunque Elena Anaya se esmera por mantener el tipo y Marisa Paredes llena la pantalla en cuanto aparece con su gran interpretación, Antonio Banderas está en un papel escrito para otro tipo de actor bien distinto al hombre que tan bien hacía de El Zorro. Es un papel para un actor como Eduard Fernandez (secundario en esta película). Hacia la mitad de la película, el director de Átame! da un giro de 360 grados a la película, nos lleva al punto más dramático (aunque para mi ridículo y sin razón) en ese momento me pregunto qué quiere hacerme pensar o sentir, lo único que sé es que en eso momento miras el reloj de tu muñeca y te preguntas ¿faltara mucho para que acabe este canto de opereta?

En un punto de la cinta mientras Antonio Banderas y Elena Anaya forcejean en una escena, ambos miran a la cámara como signo de la incredulidad. Mientras, al otro lado de la cámara, imaginas a nuestro director más internacional que, al igual que ese cirujano psicópata, milimetra y prepara el artificio de su gran obra de arte. Debo reconocer que Almodóvar para mí es como los ñoquis de un restaurante italiano, veo ese plato también envuelto estéticamente y me digo a mi mismo seguro que es el mejor del mundo, pero tras degustarlo me repito: ¿Por qué lo habré pedido? Sabe a indiferencia, huele a falsedad.

Capitán América

La creación de los héroes como metáfora perfecta de unos ideales suele ser el principal motor que mueve a sus creadores a darles forma y estilizarlos para a través de ellos hablar de la las situaciones que les preocupan en cada momento. Es el caso de Alan Moore con V de vendetta (con el que criticaba el conservador gobierno de Margaret Thatcher en Reino Unido)0 el de la patrulla X la cual representa el racismo y la no aceptación de aquellos distintos a lo considerado socialmente normal.

El héroe que nos ocupa en esta entrada es probablemente el menos sutil y con el mensaje más directo que se pueda encontrar entre toda la camada de Marvel Comics. Capitán América es un superheroe que fue creado durante la guerra, cuando la mayor preocupación en ese momento eran los nazis y su deseo de dominio mundial. La idea del soldado perfecto, fuerte y empático, es la visión de la América más idealizada y panfletaria, pero no muy diferente de su papel real en la segunda guerra mundial.

El problema de nuestro Capitán América es que es un superhéroe excesivamente americano, he ahí el problema como hacer que este tipo azul vestido con mayas nos interese al resto del mundo. Sencillo colocando a un villano tan malvado que haga que el espectador (no americano) decida olvidar sus prejuicios contra "el panfleto" y decida hacer frente común con nuestro héroe del otro lado del charco. Estos villanos no podrían que ser otros que los nazis, porque ... todo el mundo odia a Hitler ¿no?

Con esta premisa que debe conciliar al espectador con nuestro héroe nos adentramos en un espectáculo de acción, mucho más adulto que todos los que podamos haber visto este verano en nuestros cines. Con un estilo de cine de aventuras más cercano a El arca perdida (Steven Spielberg, 1981) que al Michael Bay más previsible y plano.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Os presento la nueva edición de Flash Fall (El montaje del director). Como fan de las revisiones de películas en DVD que soy he realizado un nuevo y mejorado montaje. Es una edición sin cortes y parones como la anterior, ya que con aquella use un programa de montaje nefasto, calidad de imagen y sincronización de la música mejorada y la friolera de 5 segundos adicionales. Espero que la disfruteis.

miércoles, 22 de junio de 2011

Winters Bone

La américa moderna siempre ha sido reflejada de muy distintas maneras dependiendo de la visión del director que afronte la figura del sueño americano como un altar que todos desean alcanzar, que promete todo con tan solo el trabajo y esfuerzo de uno mismo. Este sueño ha ido agrietándose y perdiendo misticismo en el séptimo arte, destacando la fascinante e hipnótica American Beauty (Sam Mendes, 1999), en ella se abandona la idea de la perfección social y la búsqueda del `american way of life´ para buscarse a uno mismo y recuperar el tiempo perdido en una existencia absurda.

En Winters Bone se refleja otra realidad, la de la américa central, la vida en las montañas alejándose así de toda posibilidad de misticismo y ensoñación. La historia de la joven Ree (Jennifer Lawrence) que trata de sacar adelante a su madre enferma, a sus dos hermanos pequeños y evitar que debido a la fianza que recae sobre su padre no les quiten su casa, y con ella todo lo que poseen. En esta historia no parece haber lugar para la esperanza, ya que Ree deberá hacer frente a un entorno hostil, oscuro y lleno de odio.

Jennifer Lawrence con su entregada y más que creíble interpretación de Ree nos hace ver que la lucha constante es el único camino que nos queda para sobrevivir a los obstáculos del mundo, para desvelar que al final nuestra única recompensa no es ningún “sueño americano” sino la pura supervivencia en un mundo miserable.

La honestidad y estilo formal que contiene este drama `indie´ americano con tintes de tragedia shakesperiana podrían encontrar su predecesora en Frozen River (Courtney Hunt, 2008).

martes, 14 de junio de 2011

Secuencia fotografica de Nueva York

Aqui os dejo mi segundo reportaje fotográfico, con la gran ciudad de Nueva York como protagonista, el reportaje esta acompañado por el tema My Foolish Heart interpretado por el pianista neoyorkino Bill Evans durante un concierto en el Village Vanguard en 1961.
Espero que os guste.




jueves, 9 de junio de 2011

There Will Be Blood

El cine de Paul Thomas Anderson siempre se ha caracterizado por sus repartos corales, su rítmica a la hora de presentar ágilmente las situaciones dramáticas, los magistrales y elaborados movimientos de cámara, que dotan a su cine de una profunda inteligencia y de un cuidado estilo formal.

Si sus anteriores películas como Magnolia y Boogie Nights pertenecían a ese tipo de cine con numerosas tramas y personajes que encontraban sentido enlazándose entre unas y otras, tratando temas diversos como los sueños, el rechazo y la soledad. There Will Be Blood pertenece a un tipo de cine claustrofóbicamente encerrado en un solo personaje, con un solo tema de fondo la ambición y el deseo de poder por encima de todas las cosas. Una película con un personaje hipnótico como es Daniel Plainview (un espléndido Daniel Day Lewis) un hombre del petróleo torturado por sus viejos fantasmas con una fuerte codicia que luchara por el éxito a toda costa.

Anderson plantea en esta obra maestra una puesta en escena más clásica que en sus anteriores trabajos. La clave de la película no se encuentra en sus diálogos y movimiento, sino en sus cuidados sonidos e imágenes. Creando un inicio con un lirismo fascinante, mudo, dejando que la bella de sus imágenes narre la historia y nos presenten a nuestro protagonista. La potencia visual de la cinta reside en sus cuidados planos con una composición sobria pero que con pocos elementos son capaces de crear una poesía difícil de encontrar en el cine gracias al soberbio trabajo en la dirección de fotografía de Robert Elswit.

Una película que marca tiempos y silencios, que en ningún momento te hace perder el interés gracias a que todos estos elementos hacen de ella una obra maestra de nuestro tiempo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Allen puntual como siempre





Midnight in Paris cuenta la historia de Gil (Owen Wilson), guionista de éxito que de viaje con su novia (Rachel McAdams) y sus suegros en Paris, descubre su amor por la ciudad de la luz, paseando por sus calles tiene el deseo y la creencia de que allí podrá crear su gran novela.

Con Might Night in Paris Allen retoma su estilo de comedia jovial e inteligente, como ya hizo dos años atrás con Si la cosa funciona. Allen se sitúa esta vez en Paris demostrando su amor por la capital francesa, convirtiendo a la ciudad en la verdadera protagonista de la película. Allen se muestra rejuvenecido en su discurso, hablando de sus temas favoritos: la inseguridad del artista (Balas sobre Brodway), la fantasía y ensoñación como vía de escape (La rosa púrpura del Cairo) y como no el amor por la metrópoli (Manhattan). Pero también introduce un tema interesante en la cinta que es la nostalgia frente a épocas pasadas que creemos mejores debido a la insatisfacción con nuestra época. La fantasía y el amor por aquello en lo que creemos son los vehículos que usa Allen para narrar la historia de Gil.

Para los nostálgicos del Allen mas cómico nos ha dejado una gran colección de sus mejores chistes y situaciones cómicas que gozan de un ritmo muy fluido. Del reparto se puede destacar a Owen Wilson, perfecto álter ego de Allen con sus inseguridades y paranoias y a un brillante Adrien Brody en un papel tan sutil como genial.


Con todo esto creo que ir a ver la nueva película de Woody Allen al cine, es un placer que espero poder disfrutar durante bastante tiempo, ya que creo que este acto cinéfilo podría convertirse en una excelente terapia. Sentarte en el cine, disfrutar de esos títulos de crédito únicos acompañados por una pieza musical a veces nostálgica y otras veces alegre. Te dejas llevar, disfrutas y al salir del cine aprecias un poquito mas el absurdo de la vida, queriendo simplemente más.

domingo, 1 de mayo de 2011

Discurso de Enrique V.




Aquí os dejo el link de una escena para el recuerdo: el discurso previo a la batalla de Agincourt de la obra Henry V de William Shakespeare. Interpretada y dirigida por Kenneth Branagh, la escena está rodada con un clasicismo admirable, la cámara sigue a Branagh con un lento y sutil travelling mientras realiza su vibrante discurso ante sus hombres. Como telón de fondo la banda sonora de Patrick Doyle crea una simbiosis entre el movimiento de la cámara y el discurso que se complementen creando una gran emoción que crece con el paso del discurso. Simplemente genial:

http://www.youtube.com/watch?v=5X_2WD0RnPo

viernes, 29 de abril de 2011

Cuando Hamlet perdió su martillo


La película que aquí nos ocupa no es otra que Thor, la incursión de Kenneth Branagh en el universo de los estudios Marvel. Cuando pienso en esto no paro de preguntarme: ¿Por qué? A quien se le ocurrió la idea de que un artesano del cine y el teatro cuyo estilo más característico son las obras de Shakespeare (Hamlet y Enrique V) y las películas pequeñas de bajo presupuesto al estilo de la Nouvelle Vague (Los amigos de Peter), podría estar a la altura de los mejores directores de la casa Marvel como Jon Favreau (Iron Man).

Que el trasfondo de Thor sea un rey que destierra a su hijo y que luego su otro hijo trate de hacerse con el poder en el reino y matar a su hermano no significa que sea un producto ideal para Branagh. Thor no es una mezcla entre El rey Lear y Ricardo III, sino un “Superman” con algo más de profundidad en su historia y personajes.

Con respecto a la película en sí me parece que su principio es prometedor, pero se va desinflando poco a poco (al igual que con el tiempo se hundió el reinado de Macbeth), salvo algunos bien planificados y elegantes movimientos de cámara que le sirven a nuestro director para lucir el 3D y demostrar que ha aprendido a usar los efectos especiales con soltura e ingenio. Todo es tridimensional en la película, excepto la actuación de Chris Hemsworth (Thor), a veces plana, a veces sin nada. El resto del reparto esta correcto y bien situado en sus papeles como Anthony Hopkins y Natalie Portman.

Branagh dirige correctamente sin sorprendernos esta adaptación, cuyo problema no es el estilo de la dirección (solvente y sin desviarse del estilo Marvel), sino su guion y un superhéroe que es el Superman de Marvel, sin ningún interés propio. Como se nos indica al final de la cinta, la película no es más que una bisagra hacia esa otra película que cada vez me apetece menos, `Los vengadores´.

Mientras tanto, para olvidarnos de la indiferencia que nos produce Thor, deberíamos volver a ver Enrique V y Hamlet, para recodar que Branagh es y siempre será un auténtico Dios del teatro y el séptimo arte.

miércoles, 13 de abril de 2011

Happy thank you more please


Josh Radnor protagonista de cómo conocí a vuestra madre (sin duda una de las mejores y mas logradas sitcoms de la televisión) da su gran salto a la gran pantalla como guionista/director y actor con esta comedia Indie de excelente factura y que además goza de una credibilidad admirable.

Radnor nos sumerge en tres historias cruzadas sobre neoyorquinos treintañeros que buscan a través del amor la manera de encontrarse a ellos mismos y su lugar en el mundo. Radnor expresa sentimientos de soledad y vacío hacia mundo en el que viven sus personajes y las maneras que tienen de llenar sus vidas de felicidad. Esto último es importante ya que Happythankyoumoreplease es ante todo un canto al optimismo y a la felicidad.

El debut de Radnor esta secundado por personajes creíbles interpretados a la perfección por: Zoe Kazan, Pablo Schrieber, Kate Mara, entre otros. Aunque el personaje de Radnor (Sam) podría considerarse una extensión de su personaje en Como conocí a vuestra madre (Ted). Su estilo y buenas formas convierten a la película en el arquetipo perfecto de cine independiente americano. Sin olvidar ciertas influencias como 500 días de verano de Marc Webb (comedia romántica de 2009), así como cierto aire al Woody Allen más puro y cosmopolita (neoyorquinos que dudan sobre el amor y la gran ciudad de Nueva York siempre presente como un protagonista más).

La banda sonora de la cantante Indie pop Jaymay se une con la película de tal manera que consigue dotar de ritmo y elegancia a algunas de las mejores escenas del film. En definitiva Radnor promete y mucho, habrá que estar atentos a su carrera como cineasta.

miércoles, 6 de abril de 2011

En un mundo mejor


La película de Susane Bier tratada dos historias que se desarrollan dentro de la misma familia pero en lugares opuestos del planeta. Una tiene lugar en Dinamarca, es la historia de un niño que sufre abuso escolar por parte de sus compañeros, por lo que él y uno de sus compañeros llevados por la presión y ante la pasividad de sus mayores comienzan a reflexionar sobre la situación y a entender el ojo por ojo como única forma de acallar el comportamiento abusivo de aquellos que creen que por violentos el mundo les pertenece. La otra historia se desarrolla en un país africano, un médico danés se encuentra ayudando en un campo de refugiados de guerra, tratando de curar las heridas provocadas por los tiranos de la zona, que impunemente campan a sus anchas matando a mujeres y niños.

Ambas historias están muy bien tratadas, aunque tengo la sensación de que Bier nos quiere centrar más en la historia sobre el acoso de los niños y su sentido de la justicia, como si quisiese mandar el mensaje de que si no se escucha y ayuda a los jóvenes, no podemos hacer nada frente a las injusticias provocadas en África por personas impasibles que frente al dialogo son incapaces cambiar su perspectiva ya que esta no fue transformada cuando debería.

La película resulta dogmática en algunos aspectos, aunque por suerte solo se queda con la mejor parte que el cine dogma ha sabido aportar al arte cinematográfico: Su verosimilitud y credibilidad en las historias, para hacerlas cercanas y conmovedoras. Esta para mi es la única ventaja del Dogma95, ya que sus normas técnicas de realismo cinematográfico son absurdas y sin sentido. Digo esto porque creo que el cine debe resultar conmovedor y creíble, pero a la vez diferente a la realidad usando las armas de la ficción.

domingo, 27 de marzo de 2011

Sucker Punch


Tras el gran éxito de 300 y la tímida recepción de Watchmen por parte del público la Warner Bros parece haber dado carta blanca a Zack Snyder para hacer la película que quería, dándole así un descanso a la que será prueba de fuego adaptando a la pantalla el comic de Superman.

Por lo que respecta a Sucker Punch nos encontramos ante un extraño producto de difícil clasificación en el cual podríamos decir que se encuentra el paraíso friki. La historia transcurre en un psiquiátrico de los años cincuenta en el que las chicas allí recluidas descubren que la única forma que tienen de escapar de él es mediante la imaginación, con cada fantasía superada (que se realiza durante una danza que nunca vemos) van consiguiendo un objeto que les servirá para huir del psiquiátrico. Con cada fantasía Snyder nos sumerge junto con sus chicas en secuencias de acción impactantes que incluyen soldados alemanes no muertos, dragones, robots y strippers. Esta fórmula de danza-fantasía, se repite en exceso por lo que crea un guion repetitivo y simplón, que es casi una excusa para ir introduciendo las distintas secuencias de acción, eso sí filmadas con un estilo magistral marca de la casa Snyder.

La estética de los distintos escenarios está muy conseguida, aunque a mí lo que más me fascino fue el estilo con el que Snyder y su equipo ambientan el psiquiátrico y la escena inicial en la que nos cuenta la historia de BabyDoll (protagonista del film), solo con imágenes acompañada de una increíble banda sonora, con un estilo de planos y montaje que siempre me ha parecido el punto fuerte del director de 300.

En definitiva considero que Sucker Punch es una película honesta, que va a lo que va, hecha sin pretensiones y con un cierto estilo mezcla de videojuego y videoclip. Erotismo, acción, el pastiche y lo pulp se mezclan en Sucker Punch para crear la obra más personal de Zack Snyder.

lunes, 21 de marzo de 2011

Babel.


Con Babel finaliza la trilogía del dolor que Iñiarritú y su guionista Guillermo Arriaga iniciaron hace diez años con su opera prima Amores perros, a la que seguiría la portentosa 21 gramos. Al igual que en sus dos anteriores películas Iñiarritú continua explorando el lado más crudo y desgarrador de la vida, con la casualidad como principal causa de esta, subrayando el hecho de que esta misma casualidad puede acabar afectándote a ti y a los que te rodean, aunque en un principio esa desgracia que por casualidad causamos nos parezca tan lejana y distante.

En Babel Iñiarritú traspasa su estilo a cuatro historias repartidas por todo el globo (Japón, México y Marruecos), que fruto de la casualidad y gracias a la fina pluma de Arriaga se unen creando una simetría perfecta. Al guion de Arriaga Iñiarritú le dota de su potencia y visual creando unas atmosferas terribles, crudas y conmovedoras, a esto hay que sumarle una estética redondeada por la fotografía de Rodrigo Prieto y la belleza de la banda sonora de Gustavo Santaolalla.

Considero a Babel una fábula perfecta sobre la incomunicación, el tratar de ser escuchado para ser ignorado por aquellos de los que necesitabas ayuda, y debido a este rechazo te acabas encerrando en ti mismo sin esperanza alguna, para esperar el final en soledad.

En esta que podría considerarse de su corta filmografía su ópera, Iñiarritú y Arriaga conmueven, sobrecogen y elevan el concepto de cine hasta cotas imposibles de describir.

viernes, 18 de marzo de 2011

El mundo según Barney


Al ver el mundo según Barney creo que podríamos clasificarla como una de esas películas de personaje, de actor (en este caso Giamatti) en la que se le ofrece una joya de papel con el cual puede demostrar todo su talento y capacidad interpretativas, aunque estas ventajas también van ir acompañadas de la presión y la dificultad (tanto emocional y física) para poder dedicarte en cuerpo y alma a tu personaje. Giamatti consigue aprovechar el papel que se le ofrece e interpretarlo con una credibilidad e inteligencia muy fuertes.

En la cinta Giamatti interpreta Barney, un tipo normal con el que vamos recorriendo su peculiar vida, sus diferentes mujeres, nos sirven como contrapunto para poder comprender el estado emocional de Barney en cada etapa de su vida. Su estilo cómico resulta admirable, sobre gracias un excelente reparto encabezado por Paul Giamatti y Dustin Hoffman, este último es capaz de llenar la pantalla con su interpretación del padre de Barney. La película tiene algunos momentos cómicos, aunque su estilo va más allá de los meros y banales gags.

La primera parte del film contiene un estilo más desenfadado y optimista, al tratarse de su juventud, poco a poco la cinta va evolucionando olvidando la comedia que habíamos encontrado en un principio, para dar paso a un estilo más comprometido y estable. La parte final me resulta excesivamente larga y con un sentido emocional que no conseguiría nada de no ser por la conmovedora interpretación de Giamatti en la última etapa de la vida de Barney.

Me resulta curioso que Giamatti, siendo un excelente secundario, consiga en esta película sostener el peso de la cinta con una increíble solidez ya que todo, hasta la cuidada aunque sobria y en ocasiones invisible dirección de Richard J. Lewis gira en torno a él.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Cuando La academia aposto por el clasicismo.


Este domingo llego la esperada noche del cine en el teatro Kodak de Los Ángeles. La ceremonia (una de las más sosas que he visto nunca) trascurrió sin muchas sorpresas, nada espectacular y memorable que mencionar, a excepción el momento final en el que Steven Spielberg apareció para entregar la codiciada estatuilla a la mejor película que fue a parar a manos de la irreprochable y elegante El discurso del rey.

Los premios técnicos fueron a parar como se esperaba al espectacular film de Christopher Nolan Inception (cuatro merecidas estatuillas se llevó a casa, entre las que destacan fotografía y efectos visuales). Personalmente eche de menos a Nolan entre los nominados a mejor director, ya que en esta categoría había algunos que no se merecían esa nominación.

En el apartado de interpretaciones no tengo nada que objetar a los galardonados con la estatuilla (soberbios secundarios Christian Bale y Melissa Leo en The fighter). Sin sorpresas en el apartado de mejor actor, ya que el favorito Colin Firth recogió su estatuilla como mejor actor por su maravillosa interpretación del monarca tartamudo Jorge VI en El discurso del rey. Los competidores de Firth eran también dignos de mención en sus distintos papeles, por ejemplo Javier Bardem en su conmovedor papel en Biutiful de González Iñarritú (el cual se fue sin el Oscar a mejor película extranjera), o un Jeff Bridges en estado de gracia por su papel en el Valor de ley de los hermanos Coen. Natalie Portman (brillante en su papel de Cisne Negro) gano a Annette Benning en el apartado de mejor actriz (quinta nominación en la que Benning no consigue el premio).

La película de David Fincher La red social se llevó un buen número de premios como mejor guion adaptado o mejor banda sonora. Mi único comentario de reproche es en el apartado de mejor director: La academia decidió premiar al británico Tom Hooper por su sutil y en ocasiones teatral (en el buen sentido de la palabra) trabajo en El discurso del rey. En mi opinión David Fincher con su critico trabajo del creador de Facebook Mark Zuckerberg era más merecedor que Hooper de la estatuilla ya que Fincher consigue dotar al guion de Aaron Sorkin (a priori un tema que parece más bien denso y falto de interés) de un ritmo y una narrativa visual increíbles y al fin y al cabo ¿no consiste en eso la dirección cinematográfica?

En definitiva creo que los de este año han sido unos Oscar muy equilibrados y con una clara triunfadora (El discurso de el rey) que se merece la estatuilla. No me siento como en los dos años anteriores en las que las triunfadoras eran películas menores y vacias de interés (Slumdog Millionaire y En tierra hostil).

sábado, 19 de febrero de 2011

Black Swan (Cisne Negro)


Nina (Natalie Portman) es una prodigiosa bailarina que forma parte de una compañía de ballet en Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. Los nervios ante el inminente dia del estreno de El lago de los cisnes de Tchaikovsky, ballet en el que interpreta a dos personajes, el cisne blanco y su rival el cisne negro. Esta presión por el estreno reavivara las tensiones entre Nina y su compañera Lily (Mila Kunis), por lo que Nina se acabara consumiendo en sus propias obsesiones y paranoias iniciando un viaje del que no regresara.

Darren Aronofsky cuenta esta historia de terror psicológico con el ballet como telón de fondo. Al ver la película no podemos evitar observar similitudes con su anterior película, El luchador en la que retrataba el mundo cruel y despiadado de la lucha libre con un prodigioso Mickey Rourke. Ambas películas tienen como protagonistas a personajes que dedican su físico al completo para crear arte, uno lo hace en las capas mas bajas de la sociedad, y la otra en las más altas y poderosas.

En Cisne Negro Aronofsky filma con elegancia las secuencias de preparación para el ballet en las que Nina con un aire casi religioso se prepara para el escenario. Este thriller psicológico tiene como clara inspiración al Polansky de Repulsión (la locura de una joven que se consume en si misma) y de El quimérico inquilino (alguien que ve enemigos por todas partes, donde no los hay). A muchos Cisne Negro les parecerá una obra maestra del director de Réquiem por un sueño (ya que es una de las grandes favoritas en los Oscars de este año) pero lo cierto es que es simple y llanamente un película irreprochable, el la que debido a su cuidada y milimetrada perfección no puedes hallar ningún fallo.

Lo mejor de la película además del poderoso sentido visual de Aronofsky así como su elegante estética es la interpretación de una brillante Natalie Portman y del resto del reparto: Mila Kunis, Vincent Cassel y Wynona Ryder. Lo pero es su intento de conmoverte y de no conseguirlo (cosa que Aronofsky si consiguió en El luchador) hace que a ratos la película deje de interesarme, y es que eso es lo peor que te puede pasar con un thriller, que te preguntes que va a pasar sin interés. Por todo ello considero que la película podría a ver sido una obra maestra, por las herramientas de las que dispone (sentido visual grandioso e interpretaciones en estado de gracia), pero que por su pretensión se queda solo en una película elegante y compleja en la que no puedes hallar ningún fallo. Una pena que tanta elegancia no este acompañada de un final a su altura.

sábado, 12 de febrero de 2011

Valor de ley. Inquietante, gélida y conmovedora



Valor de Ley (True Grit) de Joel y Ethan Coen es una adaptación de la novela de Charles Portis y un remake de la adaptación que hizo para el cine Henry Hathaway, protagonizada por el inmortal John Wayne. Prefiero decir adaptación antes que remake porque el film de los Coen sigue más de cerca la novela que la película de Hathaway. La película de Hathaway es demasiado “bonita”, con demasiada luminosidad para la historia de venganza que se está contando.

La película se ambienta en 1870, con el asesinato a sangre fría de un hombre a la salida de bar en un pueblo. Su hija Mattie Ross (Hailee Steinfeld) marcha hacia el pueblo para enterrar a su padre y contratar al alguacil Cogburn (Jeff Bridges) para que le ayude a dar caza a Tom Chaney (Josh Brolin), el hombre que borracho asesino al padre de Mattie y salió huyendo hacia territorio indio. Mattie y Cogburn deberán emprender la marcha para capturar a Chaney ayudados por el ranger de Texas LaBoeuf (Matt Damon). En este viaje tendrán que hacer frente a las adversidades en un territorio hostil para poder encontrar a Chaney.

El discurso de la película me parece admirable, los Coen transforman con su sello personal una historia de venganza y justicia en algo fantasmagórico y sombrio. En el inicio del viaje en las frías llanuras del oeste se encuentran con intrigantes personajes que parecen sacados de los sueños más extraños. Con la evolución de la película nos encontramos ante un estupendo film que goza de un arte y un estilo únicos para lo que para algunos puristas parecería un vulgar remake.

La película tiene momentos de humor al más puro estilo de los hermanos Coen, como cuando en el pueblo van a ahorcar a tres ladrones, dos de ellos blancos a los que antes de ponerles las bolsas negras en la cabeza les dejan terminar sus discursos, al tercero (un indio) se la ponen cuando apenas ha pronunciado tres palabras.

La oscura fotografía de Roger Deakins es una obra de arte que habla por sí sola, dando ese toque oscuro e inquietante que necesita la película. Me parece que este año Deakins se merece el Oscar a la mejor fotografía. La música de Carter Burwell es maravillosa y conmovedora, cercana a la perfección que consiguió con la banda sonora de Muerte entre las flores, a la que considero una de las mejores bandas sonoras del cine. Jeff Bridges esta impecable en su papel de alguacil borracho, aunque no tiene la presencia física de Wayne es admirable la forma en la que da vida al personaje. La niña también me parece un descubrimiento de los Coen muy arriesgado, pero que les ha salido muy bien.

Considero a este Valor de Ley mejor que el original, por su estilo inquietante, oscuro, pero sobretodo conmovedor. Además la original salvo por John Wayne y la escena en la que carga a caballo contra cuatro bandidos con los revólveres en la mano y las riendas en la boca (escena que se reinventa bastante bien en esta nueva versión), me parece que posee un discurso torpe, ya que a veces creo estar viendo un episodio de Bonanza con todo ese preciosismo y una banda sonora mal empleada. En definitiva creo que con películas como Valor de Ley (2010) y El Tren de las 3:10 (2008), podemos decir tranquilos que el western sigue vivo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Primos. El buen rollo de Daniel Sánchez Arévalo


Pocas películas me han hecho salir del cine con tanto optimismo como el tercer largo de Sánchez Arévalo, una comedia a ratos gamberra, a ratos romántica, pero ante todo una comedia.

En Primos, Daniel Sánchez Arévalo parte de uno de sus cortometrajes (Uno de los primos) como ya hiciera con su opera prima Azuloscurocasinegro. Primos cuenta la historia de Diego (Quim Gutiérrez) un joven al que su novia ha dejado plantado en el altar. Esta triste por lo que sus primos Julián (Raúl Arévalo) y Miguel (Adrián Lastra) deciden animarle llevándoselo a las fiestas del pueblo donde veraneaban en su infancia. Un fin de semana de juerga donde podrá reencontrarse con Martina el amor de Diego durante su adolescencia.

Con paso decidido la película camina ofreciéndonos momentos brillantes como el monologo inicial de Diego en el altar, explicando su situación o la escena en la que los tres primos bailan en las fiestas del pueblo la canción de los Back Street Boys `As long as you love me´, son algunos de los mejores momentos de la película. La película también tiene cierto aire nostálgico, la vuelta al pueblo de juventud representa ese aire de lo fácil que era todo antes, como cuando uno de los primos dice: “Con lo fácil que era el amor antes, llegabas al pueblo en verano, te enamorabas y ya está”. Ante todo me encanta esa confusión que siento al ver la cinta, su capacidad de sorprenderme y conmoverme que es obviamente lo que le pido a toda buena comedia.

Su cuidada producción no es para menos como en todo el cine de Sánchez Arévalo, esto me ha sorprendido gratamente ya que al ser su primer asalto en la comedia me esperaba algo más tosco y descuidado. El elenco actoral es probablemente lo mejor, con unos fabulosos Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo (él se me confirma como uno de los grandes de su generación) y ese fabuloso actor por el que cada vez siento mayor admiración, el camaleónico Antonio de la Torre.

Con Primos, Sánchez Arévalo demuestra tener también un gran talento para la comedia además de para el drama en el cual se ha formado como cineasta. A los que puedan estar interesados en verla yo les diría que no fuesen a verla con demasiadas pretensiones, sino con la intención de divertirse y dejarse sorprender por una estupenda película, aunque Primos no es una comedia que reinvente el género como Annie Hall (Woody Allen 1977) más bien es una buena comedia bien hecha, optimista, divertida, pero por encima de todo es una comedia en la que respira buen rollo y buen cine.

sábado, 29 de enero de 2011

Indiana Jones y la ultima cruzada.

Pocos cineastas demuestran poseer tanto ritmo y brillantez como Steven Spielberg en la tercera entrega de la saga protagonizada por Harrison Ford. La última cruzada es en mi opinión la mejor película de aventuras jamás hecha. El personaje de Indiana Jones forma ya hoy parte del imaginario colectivo y espero que siga siendo así por mucho tiempo. El personaje creado por George Lucas y Steven Spielberg es genial, la idea de un profesor de arqueología que da clases en la universidad y que recupera tesoros perdidos enfrentándose a toda clase de villanos y peligros me resulta brillante (hasta cierto punto es algo así como un Superman sin súper poderes). Indiana Jones tiene algo de inspiración en las películas de aventuras realizadas en los años treinta y cuarenta. El personaje de Indiana tiene algo de Gary Cooper y de Errol Flynn. La estética de la saga de Spielberg es sin duda deudora del imaginario de este y de todo el cine de aventuras que él y Lucas consumieron durante su infancia.

Lo mejor de esta tercera entrega de la saga es su frescura y su calidad frente a su predecesora (Indiana Jones y el templo maldito) ya que vuelve a tomar contacto con el estilo de la primera entrega. Los nazis en busca de un objeto religioso con el que domina el mundo (El santo grial), así como también retoma los mejores personajes de la primera entrega, son algunas de las cosas que hacen que La última cruzada encuentre sus raíces en El arca perdida.

El reencuentro de Indiana Jones con su padre (Sean Connery) me parece genial, asi como la relación padre-hijo que mantienen durante toda la película mientras los nazis les van pisan los talones. Cuando Hitler le firma un autógrafo a Indy o cuando al inicio de la película se cuenta el origen de su temor a las serpientes y como consiguió su mítico sombrero. Tambien el cambio de localizaciones, de Nueva York a Venecia, de Venecia a Berlin, etc, hace de la pelicula un portento del genero de aventuras.

Spielberg con manos de artesano moldeo este clásico de aventuras, haciéndolo acreedor de un ritmo y una soltura en su lenguaje visual que brillan por si solos.

domingo, 23 de enero de 2011

Blog


En 2008 tuvo lugar un embarazo pactado múltiple de diecisiete adolescentes (la mayoría de ellas menores de dieciséis años) en la localidad americana de Gloucester, el objetivo del embarazo era cambiar y tratar de sentirse distintas en sus monótonas vidas.

Esta historia real es llevada al cine por la debutante Elena Trape en Blog, solo que aquí en lugar de ambientarla en Gloucester traslada la historia a un instituto de Barcelona. En la película la historia no está contada con el convencional lenguaje cinematográfico, sino que vemos toda la historia a través de las cámaras que usan las chicas para contar la historia (webcams, cámaras de video, etc.). Esta forma de contar permite que podamos acercarnos más a la historia y compartir el viaje que realizan las chicas.

Considero las películas de adolescentes un gran genero ya que me hablan de cosas que me resultan muy cercanas. Aunque también creo que son un género difícil, ya que se suele caer en formas de contar las historias de maneras más superfluas y vacías, indiferentes para el espectador. Por eso me resulta admirable que esta película goce de una magia y una elegancia singulares.

Blog transcurre con calma, dejando que conozcamos cada caso y sus diversas preocupaciones sobre el plan en los diarios que cada chica realiza con su webcam. Aún con un cierto aire de experimento visual, Blog es capaz de mantener los pies en el suelo, contar la historia de las chicas sin irse por las ramas y lo que es más importante dejando que el espectador pueda construir su propio punto de vista sobre el caso aunque la película narre desde la perspectiva de las adolescentes.

Trapé cuenta el viaje de estas adolescentes de una manera muy personal y cercana. Con el discurso que posee la película vemos que Trape comprende a las chicas y se identifica con ellas, sin reprocharles nada a lo largo del film. Considero esto último muy importante ya que creo que si este tema es tratado de una manera más superflua y comercial (digamos de una manera más americana) la película podría resultarle al espectador aburrida, estúpida y sin razón de ser. Sin embargo con el elegante uso que Trapé realiza de las cámaras consigue dotar a su opera prima de una calidad visual envidiable para otras películas. De la película también me resulta admirable el que en ningún momento de la trama se mencione la palabra embarazo, salvo en el clímax de la película (donde es inevitable decirlo). Para mí con este detalle Blog (aunque en un registro completamente distinto) sigue la máxima de Hitchcock de utilizar siempre el lenguaje visual para contar la historia y no caer en el recurso fácil de explicarlo con palabras.

Finalmente creo que Blog es una de esas pequeñas y originales joyas del cine español, sin olvidar que es una película de adolescentes con un estilo y una narración soberbias.

domingo, 16 de enero de 2011

De dioses y hombres


La película de Xavier Beauvois (basada en hechos reales) cuenta la historia de un grupo de monjes que residen en un monasterio argelino a mediados de los años noventa y que debido al clima de inestabilidad política y religiosa reinante en la zona fueron secuestrados y ejecutados por un grupo de terroristas islámicos.

La película nos muestra la vida en el monasterio, la tranquilidad y la paz con la que viven procurando siempre que pueden ayudar a los aldeanos de la zona. Pero poco a poco aunque sus rutinas no se interrumpen el clima de tensión reinante en la zona crece y se ven obligados a elegir entre quedarse en el monasterio o regresar a Francia tras rechazar la protección del corrupto ejército argelino frente a la amenaza terrorista en la zona. Al decidir quedarse se ven atrapados entre facciones partidistas que no comprenden su punto de vista y les tildan de ingenuos por permanecer allí. Si se quedan se arriesgan a perder la vida, si se van abandonaran todo aquello por lo que ellos y sus predecesores han luchado ayudando a la población civil de la zona. Esta disyuntiva hará reflexionar a los monjes sobre su situación allí y si su verdadero hogar se encuentra en Francia o entre sus compañeros clérigos.

Beauvois marca tiempos y silencios permitiéndonos así comprender la historia e introducirnos en ella. Como en todo el cine europeo la película es preciosista, pero en ningún momento se va por las ramas sino que cuenta la historia a su debido tiempo y con mucha elegancia. El estilo de dirección en el que nos introduce Beauvois es ante todo muy sobrio y contenido, para dejar que comprendamos y nos conmovamos con la historia de este grupo de monjes. Aunque no quiero pensar que tiene una dirección cinéfila el estilo de la película me recuerda al mejor Bergman, con la fuerte presencia de la religión, la vida y la muerte y el escaso uso de la música (tan solo los canticos de los monjes y una pieza orquestal en la escena final) son algunos de los detalles que me recuerdan al maestro sueco.

Finalmente me gustaría decir que aunque se tratarse de una película más admirable que disfrutable. Creo que estamos ante una propuesta interesante, pero sobre todo creo que es una película profundamente honesta y sincera. Una película nada sentimentaloide para el tema que trata y además conmovedora hasta cierto punto incluso para un ateo.

domingo, 9 de enero de 2011

También la lluvia


También la lluvia ha sido la película seleccionada por la Academia para que represente a España en la carrera hacia los Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Sin duda es la propuesta más políticamente correcta que se podía enviar, ya que Celda 211 guarda ciertas similitudes con una película nominada el año pasado: Un profeta que represento a Francia en esta categoría y Lope no puede esconderse de su naturaleza de producto comercial para masas. Aunque las preseleccionadas fueron estas tres ha habido películas mejores que la última de Icíar Bollaín como la última y atrevida propuesta de Alex de la Iglesia, aunque estamos hablando de un imposible ya que el estilo tan personal del cineasta bilbaíno no encaja demasiado con el espíritu academicista (que ironía que sea el presidente de la Academia) .

En También la lluvia se cuenta la historia de un equipo de cine español que va a Cochabamba para rodar una película sobre la llegada al nuevo mundo de Colon y los españoles para colonizarlo y convertir a los indígenas en esclavos al servicio de la cristiandad. Con este rodaje coinciden los disturbios acaecidos en Cochabamba por la privatización del agua por parte de las grandes multinacionales. Gael García Bernal interpreta al director de la película sobre Colon, obsesionado por la película y que no es capaz de ver la gravedad de la situación que les rodea. Luis Tosar interpreta al productor de la película, más realista y consciente que su director. Entre este marco de personajes vamos sumergiéndonos en la situación en la que se encuentra el equipo de rodaje, realizando un símil de la situación acaecida por la privatización del agua en Bolivia y la esclavitud impartida por los españoles quinientos años atrás vista en la película que el equipo trata de rodar entre los disturbios de Cochabamba.

Cinematográficamente hablando la película me parece soberbia y brillante. El símil entre ambas situaciones esta elegantemente narrado, introduciéndonos de pronto en la película sobre Colon como si esa fuese la película que estuviésemos viendo. Cine sobre cine estupendamente bien narrado, una producción solida así como una fotografía y la dirección artística bellamente realizadas. El trabajo actoral no es para menos ya que todos están muy bien situados en sus respectivos papeles, destacando a Tosar, Raúl Arévalo que interpreta al actor que da vida a Fraile Montesinos y el estupendo Karra Elejalde que interpreta al actor que hace de Colon.

Sin embargo es en el mensaje donde no conecto mucho con la cinta de Bollaín. Ya que en ocasiones me resulta didáctica, me pone en una situación en la que no da lugar a otros puntos de vista sobre la situación. Este problema no se ve tanto en la situación actual sobre la privatización del agua como en la historia contada sobre la colonización española. Parece que Bollaín quiere guiarnos por un solo camino en el que los españoles eran unos tiranos (en lo que no le falta razón) y los nativos unos pacíficos pueblos que convivían en armonía con unas sociedades basadas en la igualdad y el derecho cívico. Esto último es completamente falso ya que las sociedades nativas eran tiránicas y opresoras entre sí, al igual que los españoles lo fueron con ellos. Esta realidad se ve reflejada a la perfección en la película Apocalypto de Mel Gibson, donde muestra que la vida humana muchas veces no tenía valor alguno para ellos.

Aunque para mi Bollaín sigue una gran directora con películas impreionantes como esta (aunque no comparta su espíritu) y Te doy mis ojos, película brillante y cruda en la muestra la dureza del maltrato machista sufrido por una mujer a manos de su marido (un espectacular Luis Tosar).

jueves, 6 de enero de 2011

El talento Scorssese


Desde el cine de gánsteres representado por Uno de los nuestros y Casino, hasta el elegante retrato de la alta sociedad americana a mediados del siglo XIX en La edad de la inocencia, Scorssese ha demostrado durante más de cuarenta años de carrera cinematográfica moverse con fluidez y soltura por todos los géneros del séptimo arte.

Martin Scorssese nace en el Little Italy de 1942, este ambiente de barrio neoyorkino ayudo a forjar el carácter del futuro director de Malas calles. Entra en la Universidad de Nueva York para estudiar cine donde se convierte en uno de los alumnos mas notables de su promoción. En 1967 realiza la película de bajo presupuesto ¿Quién llama a mi puerta? Con esta cinta descubre al que será su alter ego en varias de sus películas, Harvey Keitel. En Malas calles su primera película digna de mención Scorssese realiza un retrato de los conflictivos barrios neoyorkinos donde se crio, Harvey Keitel interpreta la visión de Scorssese, la de un joven temeroso de Dios que trata de separarse de la violencia y encontrar el camino a la redención para su primo Charlie (jovencísimo Robert De Niro) joven conflictivo y problemático. Pero no es hasta 1977 con Taxi Driver cuando Scorssese se confirma como gran director obteniendo en Cannes la Palma de Oro a la mejor película y una nominación al Oscar para su futuro actor fetiche (Robert De Niro).

Con Toro Salvaje (1981) refleja con maestría y elegancia el ascenso y caída de Jake La Motta (soberbio Robert De Niro) boxeador violento que maltrata a su mujer. Con Toro Salvaje Robert De Niro obtendría su segundo Oscar tras El Padrino y Scorssese su primera nominación como mejor director.

A Toro Salvaje le seguirán los fracasos de las penosas New York, New York y La última tentación de Cristo, pero pronto volvería a triunfar con la genial comedia neoyorkina ¡Jo, qué noche! Siendo esta un éxito de taquilla que obtuvo en Cannes el premio al mejor director. En 1989 realizaría uno de los extractos de la película coral historias de Nueva York junto a Woody Allen y Francis Ford Coppola. En este año también realizaría el remake del clásico El cabo del terror, solo que esta vez seria bautizada como El cabo del miedo, de esta cinta destacaría la capacidad de Scorssese para dar personalidad a un remake y la inquietante interpretación de Bob De Niro.

En 1990 realiza la que será para muchos una de sus grandes películas, Uno de los nuestros, donde renueva y perfecciona el género de gánsteres hasta cotas inimaginables, para después continuar con la estéticamente extravagante Casino contando la historia real de Sam Rosstein (Robert De Niro) director de un Casino en Las Vegas.

En sus últimos años Scorssese ha demostrado su capacidad de crear excelente cine comercial de la mano de su nuevo actor fetiche (el brillante Leonardo Di Caprio), con películas como Gangs of New York, El aviador, Shutter Island, aunque también cometió un error con la mediocre y repetitiva Infiltrados.

Es indiscutible que junto con Woody Allen Martin Scorssese es el director neoyorkino más conocido, pero también es el más copiado por otros tanto por su fluidez en el movimiento de la cámara que alcanza su perfección en La edad de la inocencia, como por su estilo en la de presentación de personajes en el cine de gánsteres copiado por directores como Tarantino o los Coen.

También destacar su labor como director de publicidad y documentales musicales (Bob Dylan, The Rolling Stones) son algunos artinas admirados por Scorssese a los que a querido rendir homenaje en sus documentales. Su faceta como cinéfilo apasionado no es menos conocida, documentales como El cine italiano según Scorssese o Un paseo por el cine americano demuestran el afán de Scorssese por preservar el séptimo arte.